A veces, me paro a pensar lo acontecido hace unos instantes y me aferro fuertemente a ello. Cierro los ojos muy fuerte para no perderla jamás. No perder jamás la magia del inicio, del nacimiento de algo sólido, del compartir es vivir, del ver para creer, del esto lo hemos hecho nosotros?...

Muchas veces cuando cuento las cosas cotidianas de la vida, los afortunados que pueden deleitarse con mis fábulas se creen que en realidad son eso, fábulas de príncipes y princesas con final feliz.

Pero es que me da pavor y miedo esta vida que estoy viviendo. Está siendo tan jodidamente perfecta a su lado que parece que esté sacado del libro/película más empalagoso/sa que jamás hayas podido ver/leer.

It's like a dream come true.

Y es cuando pasan esos momentos tan bonitos y únicos que miras a la otra persona para cerciorarte de que esto es real, es algo que ha pasado, que es la vida. Y ahí lo tienes, lo ves en sus ojos, brillantes y abiertos de par en par, buscando también mi complicidad. Todo jodidamente perfecto.

¿Y cuándo os casaréis? Me preguntan. ¿Casarme? Cuando sea rica. Pero no tengo prisa, ya que lo mejor de estar casado lo estoy viviendo ahora, y así quiero que sea. Hasta el ocaso de mis días. Si Dios quiere...