Al final mis peores sospechas se han hecho realidad: los enfermeros y técnicos encargados de llevar a cabo el protocolo de seguridad y aislamiento del misionero Miguel Pajares, afectado por el virus del ébola, no tenían ni formación ni idea de cómo llevar a cabo dichas medidas de seguridad.
Para muestra un botón:
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vía @marya_mma |
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Con ello queda demostrado el país de pandereta en el que vivimos y la nulidad del gobierno. Una vez más, hemos querido demostrar ser algo que no somos y hacer las cosas de una forma pésima. Gracias a ello, ahora mismo están jugándose la vida dos enfermeras y el marido de la primera afectada. Esto no es moco de pavo señores.
Pero para que el pueblo español quede tranquilo, en la rueda de prensa nos han querido demostrar que están trabajando todos de manera coordinada y que no debe cundir el pánico. Todos los técnicos sanitarios y los altos directivos de la misma, están informados debidamente de cómo hay que actuar y se están cumpliendo todo a raja tabla.
Pero alguien de clase levanta la mano:
"¿No creen que si hubieran formado mejor a los enfermeros y médicos del Carlos III antes de traer a los afectados por el ébola a España, esto no hubiese pasado? ¿Acaso nadie con dos dedos de frente pudo parar los pies a esta catástrofe?"
Son preguntas que ahora no tienen sentido ser respondidas, pero bien es cierto que Ana Mato ha perdido toda credibilidad ante España por su ineficiencia como Ministra de Sanidad del Gobierno de España. Ahí es nada, chata. Solo nos queda ponerle una velita a algún santo o a lo que queráis, y pedir que venga alguien que sepa cómo arreglar este follón (Welcome home, The United States of America!)
Por cierto, de momento la UE ya ha convocado una reunión urgente con España para pedir explicaciones por lo sucedido. Ánimo caris.
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