He ganado una estancia de dos días con todos los gastos pagados en Bilbao. Y es que él se me ha ido a unos asuntos familiares y tengo un piso de unos 40-50 m2 para mí sola.
Yo odio estar sola. Entiéndase. A quién no le gusta estar tranquilamente en su hogar, sin que nada ni nadie le moleste más que una taza de te y su portátil con miles de pestañas abiertas en el Google Chrome? O tumbarse en la cama toda la tarde y ver la maratón de películas romanticonas y tener una noche de gordas (helado, palomitas, manta (si procede) y peliculón de llorar)? No? Vaya, entonces no coincidimos en gustos parece.
La cosa es que estoy teniendo unos días de "soltería" que no son los primeros. Ya tuve que aguantar vivir sola cinco interminables días en un hogar que no conocía sus ruidos típicos que justamente oyes cuando intentas dormirte y no tenías claro si la ventana se había cerrado con total seguridad de forma que ningún grupo de asaltadores rumanos entrara en el piso silenciosamente a altas horas de la noche a robar mi preciado MacBook Pro y más tarde, al no encontrar nada más de valor, matarme. (Lo siento Rumanía. Sí, tenéis esa fama por aquí. Besis).
Vamos que odio estar sola de noche, hablando en plata.
Habiendo superado algo esa parte, me encuentro en que estoy entrando en una espiral de dejadez, desorden, polvo acumulado en los muebles del comedor (nada alarmante, dado que soy asmática), ropa acumulada en las sillas, cama sin hacer... Oh Dios mío... Sí... Estoy haciendo todas esas cosas que él hace y las cuáles yo le recrimino con monsergas.
Me estoy volviendo chico? O acaso estoy aparentando una imagen de chica perfecta: cocinar bien, ser limpia y ordenada y una diosa del sexo? Realmente quiero ser así?
Pues sí quiero.
Pero pese a que mola tener una casa toda para ti y no rendirle cuentas a nadie, llega la hora de ir a dormir y tienes una cama de 1.40m esperándote y a nadie más...
Buenas noches ☾
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