Cara de gilipollas... Es la que se me suele quedar en algunas ocasiones. Hoy puede que la que más.
No sé afrontar muchas situaciones cotidianas de la vida. Los típicos cortes que hacen los clientes para que no les cuentes más sobre la fantástica tarjeta de fidelidad de tu empresa, que te digan que no pueden hacer tal y cosa contigo y luego hacen lo mismo pero con otra y encima intentan convencerme de que es diferente (doble cara de gilipollas)...
Supongo que ese reprís de picardía que debo tener a la hora de recibir tales pequeñas bofetadas mentales lo iré aprendiendo a medida que vaya adquiriendo experiencia en esto que se llama vida. Muy compleja ella, por cierto.
Y a pesar de que yo me enfuruñe, ponga el grito en el cielo encerrada en mi piso de Bilbao, ponga a Damien Rice o a Radiohead para sumirme en mi miseria maldita y dándome la razón a mí misma en cada estribillo de las canciones... Lo único que se me ocurre a la hora de responder es poner esa cara de gilipollas con la sonrisita de "No pasa nada, está bien".
Direis que soy una "bienqueda" pero es que creo que estas situaciones deberían no existir, almenos para personas como yo que de buenas pasan directamente al apartado de "TONTAS". Simplemente creo que no es muy difícil mirar más allá de tu propia nariz, no?
Este tipo de cosas no me pasa con él.
Pero como bien dice la canción de Radiohead with no alarms and no surprises, como siempre.
0 comentarios